Creación de un nuevo modelo de negocio digital en una corporación retail
Contexto
IKEA llevaba años explorando nuevas formas de generar valor más allá de la venta de mobiliario. Con el foco puesto en una experiencia de hogar más completa, la compañía apostó por un nuevo modelo de negocio digital: un marketplace de servicios para el hogar que conecta a usuarios particulares con profesionales especializados en tareas como pintura o alicatado.
El proyecto representaba una evolución estratégica: añadir una nueva capa de valor al ecosistema IKEA —centrada en el hogar, pero no limitada al mobiliario— y validar su escalabilidad en nuevos mercados.
Desde el inicio se adoptó un enfoque lean. En cinco meses se desarrolló un MVP funcional y limitado a público real para pruebas, centrado en validar el flujo transaccional básico. En los tres meses siguientes, se iteró para lanzar un piloto abierto en Madrid y testar la propuesta en condiciones reales.
¿Nuestra misión? Acompañar en la validación de la propuesta de valor y el desarrollo de producto para ambas capas del modelo B2B y B2C, acelerando la entrega, reforzando la visión y facilitando la colaboración entre los equipos implicados.
Desafíos
Alinear formas de trabajo en un entorno en evolución
El proyecto creció rápidamente, pasando de un único squad amplio a varios equipos multidisciplinares. Esta evolución exigía establecer dinámicas claras, roles bien definidos y herramientas y procesos comunes que garantizaran la eficiencia sin comprometer la flexibilidad.
Impulsar una mentalidad lean
Con múltiples stakeholders implicados —negocio, legal, marketing, data—, era clave asentar una forma de trabajar más ágil y basada en la experimentación. Esto incluía ganar autonomía para iterar rápido, validar hipótesis y aprender del comportamiento real de los usuarios.
Equilibrar la entrega ágil con los objetivos estratégicos
El lanzamiento de los pilotos estaba marcado por fechas clave a nivel global, lo que obligaba al equipo a avanzar en el delivery mientras se construía y refinaba la propuesta de valor. Este doble plano exigía una fuerte coordinación y una gestión precisa de las prioridades.
Facilitar la adopción de un nuevo modelo de experiencia de usuario
El modelo B2B2C y la naturaleza de los servicios —con tickets medios elevados y decisiones de compra reflexivas— implicaban un ciclo largo y no lineal. El reto estaba en identificar los principales bloqueos, optimizar la experiencia y validar la escalabilidad del modelo.
Nuestro enfoque
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Lanzamiento de un MVP usable y medible
Acotamos el alcance del MVP para validar el flujo transaccional sin fricciones ni capas innecesarias. En cinco meses se lanzó una primera versión funcional, útil para extraer aprendizajes reales y mantener el pulso de los OKRs desde el primer día.
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Diseño de una estructura modular con visión compartida
Impulsamos el paso de un único squad multidisciplinar a una organización por verticales funcionales. Esta evolución permitió trabajar con más foco, adaptar los rituales y clarificar el ownership de cada equipo, sin romper la visión transversal del producto.
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Instauración de dinámicas ágiles adaptadas al ritmo del producto
Desde un inicio se trabajó con una mentalidad lean que priorizaba aquellas funcionalidades clave para validar la propuesta de valor. Se definieron flujos de QA básicos y se clasificaron los bugs por severidad para poder actuar rápido sin condicionar el ritmo de delivery.
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Optimización del funnel y la experiencia de usuario
Se analizaron los puntos de fricción del funnel inicial y se monitorizaron KPIs de activación para detectar patrones de usuarios comprometidos. Este análisis permitió validar el canal móvil —iOS y Android— como el más eficaz para la conversión y como eje central de la estrategia de adquisición.
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Activación de capacidades tech avanzadas desde etapas tempranas
Desde etapas tempranas se sentaron las bases para incorporar algoritmos de inteligencia artificial, aunque su integración total se planificó para fases posteriores. También se integró un asistente virtual con IA generativa para reducir dudas clave en el proceso.
Nuestro impacto
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Validación rápida de una nueva línea de negocio digital. En solo cinco meses se desarrolló un MVP funcional y usable, que permitió validar el flujo transaccional básico con usuarios reales. En los tres meses siguientes, el producto evolucionó hacia un piloto abierto que confirmó el potencial del modelo en condiciones reales. En fases posteriores se abrió el piloto a más mercados.
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Crecimiento estructurado de la oferta de servicios (B2B). Desde los primeros 9 proveedores integrados en el MVP hasta alcanzar los 80 en seis meses, se consolidó una red sólida de profesionales que permitió testear el modelo de forma escalable en el canal B2B.
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Más de 5.000 usuarios en tres meses (B2C). En su arranque, la plataforma atrajo a más de 5.000 usuarios, con una tasa de activación del 10%. Estos datos permitieron validar la propuesta de valor y extraer aprendizajes clave para optimizar el funnel.
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+200% en los registros a IKEA Family. La integración del alta en el servicio dentro del flujo de IKEA Family disparó los registros, incrementando en más del 200% los sign-ups desde canales propios como newsletters y campañas en tienda.
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Un producto que sigue creciendo e iterándose. Dos años después del MVP inicial, la propuesta sigue evolucionando. La validación temprana del market fit y el enfoque lean permitieron establecer una base sólida para escalar y ampliar el servicio a nuevos mercados.
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